¡Brrr! ¡Que helado se puso en Curacautín! Estoy de regreso en mis tierras curacautinenses en medio de una mañana bastante congelada por completo. Es bello además de disfrutar de un buen desayuno hecho con una paila de huevos revueltos con tostadas y café con leche en medio de una estufa a leña calientita.
Curacautín en otoño, sin lugar a dudas es un lugar entre medio de grandes paisajes con lagos y volcanes que se ven en medio de un bosque con hojas amarillas y cafés con montañas seminevadas con un bellos ríos corrientosos que pasan sin cesar.
Los lagos y ríos frondosos forman parte de una bella postal que no debería romperse. Me siento bastante complacido además de contar con una bella zona que está complementada de una bella estación.
Es obvio sin embargo, que Curacautín está en cuarentena y no hay nada que hacer en absoluto en este lugar de donde nada es otro mundo y en donde la naturaleza ha ganado terreno con la llegada de los frondosos árboles y hierbas, además parece que hay poca basura en la zona, no sabemos si hay más novedades... pero muy pronto pasaremos en la Fase 2 (Si es que se puede) y volveremos a estar menos restrictivos pero con lo mejor de lo nuestro.
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