En la foto, el río y su caudal.
Hoy me he tenido que quedar en casa debido a que estamos en cuarentena. Sin embargo, no nos es un impedimento para comentar de una historia. Solo basta de que crucemos el camino que va entre Curacautín a Malalcahuello, en donde pasando por una quebrada nos accede a un camino que nos llega a un puente y a su vez, un gigantesco salto en donde al frente hay un Food Truck llamado: “El Príncipe” conocido por sus completos y papas fritas.
Pero lo que importa, no son las deliciosas comidas que hay en el Food Truck en absoluto, en realidad me refiero al famoso salto llamado “El Salto de la Princesa”.
Pero, ¿Por qué se llama así?
Hagamos un poco de historia.
Malalcahuello es considerado como un corral donde se guardaban los caballos como lo indica sus hechos, todo comenzó cuando un Cacique Huichical deseaba tener un caballo, lo encargó a sus lacayos y por lo que decide hacer esta especie de concurso: Que le otorgará la mano a su hija Rayén a cambio de que se entregará el famoso corcel blanco.
Quilacura fue el primero de ellos, quien llegó en la mañana con el corcel negro, que fue entregado al cacique, con tal de recibir la mano de dicha muchacha.
A pesar de todo, ella estaba en contra de esa proposición por lo que procede a huir de la comarca, rechazó a Quilacura dando su fuga con su amante.
Huillical entonces ordenó a sus hombres a que se según él habían robado a su hija, a una persecución que culminaría en el sector de Sierra Nevada (cercano a lo que conocemos como actualmente como Manzanar) y alcanzó a la pareja a media tarde ordenando a que se rindiera, la princesa y su amante se refugiaron en un bosque hasta que la pareja termina lanzarse al vacío, estrellando en medio de un barranco.
Según la leyenda, que en este momento surgió del rocoso acantilado una gigantesca cola de caballo, que simboliza la leyenda de la princesa.
Mientras que Quilacura no quería darse por vencido y procede a huir por donde le conocemos como el Río Cahuin con el corazón destruido por perder al que sería su pareja, pero de ahí un resbalón hizo que lo jugase una mala pasada: una pena inmensa invadió lentamente su espíritu lo cual hizo que se entrase en cólera por completo, tanto que despertó la furia de los dioses adyacentes y le envió un rayo que hizo que se calcinó por completo. De ahí se convirtió en piedra haciendo que se transformara en una estruendosa caída de agua, de veinticinco metros aproximadamente, al cual conocemos como el Salto del Indio.
De ahí, nace esta curiosa leyenda.
Sin embargo, viendo la actualidad el indio ahora es en donde hay un complejo de cabañas.
Y mientras que en la princesa aún se podía ver la tranquilidad discreta… mientras se oían el caudal mientras que en el Food Truck seguían atendiendo.
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