Todo comienza cuando había una madre que estaba sirviendo un pastel a tres niños y que el pastel solo daba abasto para tres trozos, justo para uno de ellos.
Cuando de repente ve a un niño pobre a la entrada de la casa donde le pregunta si tiene pan duro.
De ahí la mamá tiene pena debido a que siempre le ha gustado la caridad y no quiere que ese niño se muriese de hambre, pero hay dos casos: un niño ya se había comido un trozo de kuchen, el otro no tenía hambre y el otro si tiene hambre.
Pero lo malo… ¡Los niños querían sí o sí el pedazo de torta!
¿Qué debería hacer la madre al respecto?
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