Todo comenzó cuando los especialistas de una misión de envío de una nave espacial a Marte, tenían a dos astronautas, uno de ellos llevará a su esposa embarazada y el otro, sin embargo, era un fumador empedernido.
Para evitar esto, ellos serán puestos en distintos cuartos con tal de evitar problemas con el humo.
Y así fue el viaje espacial.
Con el primero no hubo problemas, llegando e incluso a avisar que su esposa estaba embarazada.
Pero con el otro astronauta, no había respuesta.
Y así sucesivamente todo con el primer astronauta que estaba con su mujer embarazada y que en ese entonces iban a tener a su hijo, pero con el otro no había respuesta.
Hasta que, al regreso, todos estaban felices de recibir a los dos astronautas, y es que el primer astronauta mostró a su hijo recién nacido, pero al otro astronauta quien se le preguntó, porque no podía contactarse con el resto, este responde:
“¡Solo quería saber si alguien me podría prestar unos fósforos!”
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